¿Cantidad o calidad?
- Annie Vega
- 26 dic 2020
- 5 Min. de lectura
El 2020, como seguramente a la mayoría, me pasó por encima como una aplanadora industrial y me produjo mucha incomodidad, muchos malestares, muchas dudas pero sobre todo MUCHAS crisis existenciales, fue un año donde tuve mucho tiempo libre con mis pensamientos y la incertidumbre del mundo, una combinación que agarró mi vida y la pateo hasta el cansancio, no la recomiendo como estilo de vida pero como terapia de choque le doy un 9/10. Entonces como era de esperar en este recuento de fin de año, tengo muchísimas más preguntas que respuestas, sigo con un mal sabor de boca que no se quita ni con todo el vino barato que he tomado todo el año y que me tiene lejos de mi centro, me desalineo los chakras, me tiene hecha un ovillo de incomodidad, pero ocurrió el milagro de navidad que no estaba esperando, por fin una idea me hizo click, me dio paz mental y me reconcilió con el 2020. No nos reconciliamos por completo pero todo cuenta en estos momentos de crisis y lo voy a tomar como una victoria personal.

La foto de hoy es un diario de gratitud porque fue mi único regalo para M. en navidad, la gratitud es un sentimiento y una actitud demasiado amigable con el alma como para que no sea el centro de atención de estas fechas.
Todo este enredo comienza con la idea de “calidad sobre cantidad” porque ha creado unas expectativas intolerables e insostenibles en mi vida y me ha hecho tomar muchas malas decisiones y me ha mostrado (a los golpes como todo el 2020) que es posible ver el mundo con la idea que la practica hace al maestro y que tengo que intentar un chilión de veces antes de poder encontrar un resultado medianamente aceptable. Y es de esperarse que muchos intentos sean un #EpicFail, está bien que vea muchas cosas que hice este año con cara de decepcionada pero no sorprendida y saber esto me alivia mucho porque es una explicación muy decente de todo lo que viví este año.

Esta nueva idea (que por supuesto no es nueva pero nunca la había interiorizado ni adaptado a mis necesidades y por eso se siente como una gran novedad en mi vida) se basa en que la cantidad es importante para llegar a la calidad (y no del mismo modo en sentido contrario) y en este caso me refiero muy específicamente a “¿qué hacer con mi vida?”. Esta ha sido (pero por supuesto) una de las preguntas más difíciles e incómodas a las que me he tenido que enfrentar en mi corta vida, ha sido muy complicado salir de mi burbuja y la comodidad de lo que se esperaba de mi, ha sido muy incómodo no trabajar en algo para lo que he estudiado, ha sido muy incómodo no tener una respuesta clara a qué hago, para dónde voy, cuáles son mis planes. La verdad es que no tengo planes, ni sé a dónde voy, ni sé que quiero, todo es demasiado abrumador y demasiado incómodo para manejarlo, así que terminé haciéndome un ovillo de crisis y no tomé decisiones importantes que tenía que tomar, ni me moví, ni hice nada. Así se siente pero no es cierto que no haya hecho nada pero por el bien del argumento, digamos que no hice nada en todo el año.
Para explicar como puedo aplicar esta idea a mi crisis específica, tomé el ejemplo que menciona James Clear en Atomic Habits respecto a la importancia de la cantidad sobre la cantidad y dice (palabras más, palabras menos)
En una clase de fotografía, un profesor universitario decidió dividir la clase en el grupo de “cantidad” y el grupo de “calidad”, la nota para el grupo de cantidad va a estar completamente basada en el número total de fotografías que tomen durante el semestre, mientras que la nota para el grupo de calidad va a ser basada en una única foto que debería ser casi perfecta. Al final del semestre, el profesor estaba sorprendido al descubrir que las mejores fotos fueron producidas en el grupo de “cantidad”. Durante el semestre ,los estudiantes estuvieron ocupados tomando fotos, experimentando con la composición y la luz, probando varios métodos al revelar las fotos, aprendiendo de sus errores y en el proceso de crear cientos de fotos, perfeccionaron sus habilidades. Mientras que el grupo de “calidad” se enfocó en especular sobre perfección. Al final tuvieron muy poco para mostrar sobre todo lo que hicieron y solo tenían teorías sin verificar y fotos mediocres.
Entonces cómo aplico esta idea que me ha dado paz mental, pues la idea es que si haces muchos intentos y muchas pruebas y muchas repeticiones de algo, al final algo bueno va a salir de eso, si tomas 100 fotos y experimentas y te mueves, seguro puede salir algo bueno de ese lote de fotos, si intentas hacer 10 bandejas de cupcakes con distintas recetas y ajustándote al horno extraño y no muy confiable que tienes, pues seguro en intento 10 es mucho mejor que el primero. Y en mi caso, si pruebas muchos roles, muchas empresas, muchas áreas y muchas industrias diferentes, es más probable que encuentre una que sí me guste mucho y una que “me haga ilusión” (muchas gracias a los españoles por esa expresión tan hermosa que me ha llenado de emoción el corazón desde la primera vez que la escuché).
La paz mental que me produce pensar que toda la experimentación, los saltos, la angustia y la inestabilidad del 2020 las puedo ver como las primeras 50 fotos y que me voy a poder sentar el 31 de diciembre a verlas y ver si alguna de las fotos quedó medianamente decente, puedo pasarla por Lightroom y subirla a instagram y tener corazones, y convencerme que no todo fue una pérdida de tiempo, de talento y una frustración infinita como lo estuve sintiendo todo el año, esto es un alivio GIGANTE que no se alcanzan a imaginar.
Palabra clave: Convencerme. Este año-aplanadora-industrial ha sacado a flote muchas de las inseguridades que no sabía que tenía y ha sido un trabajo épico lidiar con ellas, aprender a escucharlas y sobreponerme a los sentimientos extremos que me producen. Y esto no hubiera sido posible sin ayuda, sin la red de soporte, sin los privilegios del tiempo libre, el material de lectura, sin la terapia, las discusiones intensas, los debates interminables y sobre todo sin el jugador #2 más OP del mundo, toda esta conclusión es como una carta de amor para M. para agradecerle por sostenerme en la caída libre y ser el lugar seguro más divertido de todos y como siempre le digo cuando me pongo sentimental, gracias por todo.

Y con este gran desahogo ya me siento un poco más preparada emocionalmente para recibir el 2021 y cruzando los dedos para que la aplanadora industrial del próximo año al menos sea rosada porque es muy molesto que todo sea tan ruidoso, abrumador y aplastante y no tenga nada de color o la lambada como alarma de la reversa. Con este post no espero que puedan comenzar una conversación con alguien, espero que puedan tomarse un tiempo para pensar y reflexionar si algo de lo que les he contado en este o en otros posts les sirve y si no, que al menos el meme de malévolo cucarachón o algún otro los haya hecho sonreír.
Hasta la próxima.
Annie
Me gusta mucho leerte mi Annie e identificarme con tus miles de preguntas.
Gracias por darme minutos de paz, de diversión, y también gracias por las horas que me he interpelado con las preguntas y situaciones que has plasmado.
Desde la distancia, espero que en tus próximas 50 fotos te diviertas y encuentres al final algunas "decentes"... Espero que sigas escribiendo, creando nuevas conversaciones...
Abrazos, Tepha!